Mujeres y fútbol: No es juego de hombres
Thomas Tuchel, entrenador del Chelsea F.C, recién conoció al dueño del club, el magnate ruso Román Abramóvich, al coronarse campeones de la Champions League, el torneo de fútbol más importante de Europa y el mundo. Tuchel solo trata con Marina Granovskaia, directora deportiva del equipo, considerada la gestora de su actual éxito, quien toma las decisiones más importantes respecto al plantel y una de las mujeres más poderosas del balompié actual.
Con 46 años, Marina Granovskaia es una de las mujeres más poderosas en la industria del futbol. Literalmente todas las decisiones futbolísticas pasan por ella y su visto bueno. Todas las grandes operaciones selladas por el Chelsea en los 10 últimos años llevan su firma, incluyendo millonarios traspasos de jugadores y grandes acuerdos con firmas deportivas. Solamente rinde cuentas al dueño del club, Román Abramóvich, empresario que la incorporó a su empresa petrolífera, Sibneft, en 1997 y quien no dudó en convertirla en su asistente personal al trasladarse a Londres y comprar el Chelsea en 2003. Rápidamente pasó de asistente personal a ejecutiva a cargo de mover todos los hilos del Club desde que fue nombrada directora ejecutiva en 2014. Ya en 2018 Forbes la eligió como la quinta mujer más poderosa en el mundo del deporte y probablemente ha subido varios escalones desde ese momento.
Los casos de mujeres con este nivel de éxito en uno de los rubros marcadamente más masculinos que existen, si bien son escasos, cada vez aparecen con mayor regularidad. Desde juezas de línea y árbitras, hasta entrenadoras en diferentes divisiones, las mujeres poco a poco se han ido haciendo, y ganando a punta de esfuerzo y logros, un espacio en el fútbol masculino. Avances en los que nuestro país, no se queda afuera.
La francesa Stephanie Frappart es una de las pioneras en cuanto a mujeres incursionando en el campo de juego. En 2019, se convirtió en la primera árbitra en oficiar una final europea masculina, al hacerse cargo del partido decisivo la Super Copa UEFA entre Liverpool y Chelsea. Además, fue la primera mujer en arbitrar un partido de la liga francesa. “Fue un sentimiento realmente especial caminar al campo y que el público estuviera ovacionándonos a nosotras”, expresó en su momento. Casos similares se han dado en la segunda división de Inglaterra con Rebecca Welch y Bibiana Steinhaus en la categoría máxima alemana.
También se han dado instancias donde mujeres han llegado a estar a cargo de la dirección técnica de ciertos equipos, como es el caso de Renate Blinheim, quien el 2020se convirtió en la primera mujer en dirigir en las dos divisiones superiores del fútbol noruego. Sin embargo, uno de los casos más destacables es el de la italiana Carolina Morace, quien en 1999 fue la primera mujer en estar a cargo de un equipo masculino en divisiones inferiores. Otras en llegar a este tipo de cargos en el fútbol europeo han sido Helena Costa en Francia y Shelley Kerr en Inglaterra, ambas en 2014. Probablemente el caso de mayor éxito de una entrenadora tuvo lugar en tierras asiáticas con Chan Yuen-Ting. A los 27 años resultó campeona de la Premier League hongkonesa con su equipo en 2016 y un año después logró otro hito, al ser la primera mujer en estar a cargo de un equipo masculino en un partido de Champions League asiático, enfrentándose a gigantes del continente.
Similar, es lo que sucede en Chile. El año pasado marcó un antes y un después en lo referente al arbitraje en nuestro país, con María Belén Carvajal transformándose en la primera mujer en oficiar un partido de primera división, casi al mismo tiempo en que se designaba a Cindy Nahuelcoy como segunda asistente en un partido de la máxima categoría, acompañada por Loreto Toloza en el VAR (Video Arbitraje). Si bien en estricto rigor Carvajal figura como la única mujer arbitrando en cancha en Chile, desde INAF (Instituto Nacional del Fútbol, deporte y actividad física) aseguran que la demanda de las alumnas por ingresar a esta carrera dobla a la del año anterior. En cuanto a dirección técnica la abanderada es Rocío Yáñez, ex jugadora y la primera en dirigir profesionalmente en estas tierras, haciendo dupla técnica con Víctor González en Lota Schwager entre 2016 y 2017, que en esos momentos se encontraba en Segunda División.
Si Marina Granovskaia tiene un símil en el fútbol chileno, esa es Paula Navarro, entrenadora de la rama femenina e integrante del directorio de Santiago Morning, elenco tricampeón nacional. “Tomo decisiones junto a los otros dirigentes, realizo labores de gerencia y tengo un staff de 15 profesores que trabajan conmigo. Lidero un proyecto grande, no soy simplemente entrenadora”, afirma Navarro. Su carrera de 17 años en el ambiente futbolístico nacional no ha estado exenta de dificultades, pero admite que siempre ha estado respaldada por su club.
Las esferas más altas del balompié no se han quedado ajenas a esta tendencia. Fatma Samoura, diplomática senegalesa, fue elegida en mayo de 2016 como secretaria general de la FIFA, convirtiéndose en la primera mujer en asumir este cargo y transformándose en una de las personas, más importantes en el mundo del futbol.
Casos como los de Marina Granovskaia, Samoura y el resto de las mencionadas son pocos, pero cada vez más. Tanto en el fútbol como en el mundo del deporte en general, las mujeres se han ido ganando su respectivo lugar y lo seguirán haciendo cada vez más y con mayor frecuencia, hasta que no sea una novedad.